Descubriendo el mundo y a ti mismo: la importancia de viajar

El viaje es una experiencia emocionante y enriquecedora que implica desplazarse de un lugar a otro con un propósito determinado, ya sea por motivos personales, de negocios o de ocio. El proceso de planificación y preparación del viaje puede ser tan emocionante como el viaje en sí, ya que implica elegir un destino, reservar alojamiento y transporte, y planificar actividades para disfrutar durante la estancia.

Una vez en el viaje, se presentan situaciones únicas para disfrutar, como explorar nuevas culturas, probar comidas y bebidas locales, visitar lugares históricos y turísticos, o simplemente relajarse en una playa o en un spa. El viaje también puede presentar desafíos, como la barrera del idioma, la adaptación a diferentes entornos o la resolución de problemas imprevistos.

En general, el viaje ofrece la oportunidad de expandir nuestros horizontes y adquirir nuevas perspectivas sobre el mundo que nos rodea. Ya sea un viaje corto o largo, cerca o lejos de casa, el viaje es una experiencia única e inolvidable que puede cambiar nuestra vida para siempre.

Ahora bien, el viaje puede ser una herramienta poderosa para dar un cambio a la vida o una segunda oportunidad. Cuando nos encontramos en una rutina o en un momento difícil de nuestras existencias, un viaje puede proporcionarnos un espacio para meditar, descansar, explorar posibilidades y salir de nuestra zona de confort.

A veces, un viaje puede ser la oportunidad para superar una crisis personal, como la pérdida de un ser querido, un divorcio o un despido laboral. Al alejarnos de nuestro entorno cotidiano y adentrarnos en un nuevo lugar, podemos visualizar un nuevo horizonte y motivación para seguir adelante.

Asimismo, el viaje puede ser una oportunidad para reinventarnos a nosotros mismos. Al estar expuestos a nuevas culturas, ideas y experiencias, podemos descubrir habilidades o intereses que nunca antes habíamos considerado. Incluso puede ser una forma de hacer un cambio de carrera o estilo de vida, ya que el viaje, con frecuencia, nos enseña a explorar lo no conocido y expandir nuestros horizontes.

Precisamente la historia de Paula Cruz Domínguez, Dejando atrás mi cómoda silla, es una muestra clara de cómo el viaje puede transformar la vida de una persona. La autora nació en Palmira, Colombia, y después de cursar estudios en ciencias administrativas, trabajó por muchos años en el sector financiero en su país. Sin embargo, su pasión por viajar y ayudar a los demás la llevó a embarcarse en una aventura que cambiaría su vida radicalmente, al menos por un buen tiempo.

En 2013 viajó a Estados Unidos y, posteriormente, a África para certificarse como Instructora de Desarrollo en la universidad de Mozambique. Durante su estancia en la tierra africana, dedicó gran parte de su tiempo libre a leer y formarse en temas relacionados con su pasantía, lo que le despertó una gran pasión tanto por la lectura como por la escritura.

Fueron precisamente sus notas de viaje las que le brindaron la oportunidad, la motivación y la experiencia de vida para escribir su ópera prima, Dejando atrás mi cómoda silla, una obra fascinante que narra la experiencia de Paula, un alter ego de Paula Cruz Domínguez, que vive como voluntaria en África. La autora, a través de sus vivencias, nos transporta a un mundo muy diferente al que estamos acostumbrados, donde la pobreza, el abandono y la muerte son una realidad diaria. Sin embargo, el relato también está lleno de momentos de alegría, esperanza y superación.

La forma en que Paula, la narradora, relata su vivencia es gratamente inspiradora, logrando que, como lectores, podamos sentir y vivir cada una de las escenas que nos presenta. Y es que desde la construcción de un parque infantil para los niños de la vecindad donde habitaba, hasta la desgarradora historia de Manuel Timoteo, un hombre enfermo de VIH, pasando por la curiosa y divertida historia del transporte público en Mozambique, Paula Cruz Domínguez nos lleva de la mano a través de las diferentes vivencias que tuvo en su estadía allí.

Ahora bien, al margen de que Dejando atrás mi cómoda silla sea una buena obra, y entretenida para leer, una obra que no dejará a nadie indiferente, a través de ella la autora logra plasmar la belleza y la dureza de la vida africana de una manera cautivadora, nos invita a reflexionar sobre la importancia de ser solidarios y de ayudar a quienes más lo necesitan. Sin duda, un libro que quedará grabado en nuestra memoria por mucho tiempo, si estamos dispuestos a adentrarnos en una aventura nueva, en un paisaje desconocido y lejano, y conocer personajes que se nos presentan al abrir las páginas de este relato de viaje.

Sería interesante conocer, de parte de la Paula Cruz Domínguez, si repetiría la experiencia si se le presentara de nuevo la oportunidad, si encuentra similitudes entre lo que vio y vivió en África y lo que ve y vive en Colombia, si considera que los americanos podríamos aprender algo de los africanos, si piensa que la literatura la ha ayudado en su proceso de aprendizaje y crecimiento personal, si la misma experiencia de su paso por África la seguirá influyendo para escribir otras obras, en fin.

¡En otra oportunidad será!

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